Unos pobres policías boneaerenses corrían indefensos a un bandido peligrosísimo que justo se metió en un comedor infantil, para alimentar la pibefobia y condimentar con pimienta hasta la última migaja, antes de disparar otra genialidad frente al flagelo de la inseguridad: van a impulsar la baja en «la edad de baleabilidad».
31 marzo, 2017
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Combatiendo al hambre
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