*Por la asamblea poderosa del Barrio San Juan Bautista, Formosa
Salimos a las calles, porque no queremos más femicidios, porque el pueblo formoseño de Villafañe no se calla nunca más. Marchamos, porque la desidia del Estado lo convierte en responsable. A Dominga Maidana la asesinaron, la descuartizaron y la enterraron como si fuera un animal.
Bajo la lluvia vespertina del sábado 15 de abril, familiares, amigos, y vecinos salimos de la plaza Malvinas. Después de copar la avenida principal, pasamos por el frente de la Comisaría de Villafañe y luego llegamos a la Plaza Eva Perón, para gritar bien fuerte: ¡NI UNA MENOS, VIVAS NOS QUEREMOS!
Dominga tenía treinta y seis años, era madre de cinco niños. Le encantaba seguir el fútbol del pueblo, era divertida, y laburaba con mucha dedicación cuidando ancianos.
Este pueblo chico de ovarios enormes se hartó del miedo que causa la sociedad machista y de la impotencia que se siente cuando la policía no recibe las denuncias. ¿Sus argumentos? “No somos niñeros de ninguna de ustedes”.
Así, mientras las autoridades se quedaron sin mover un dedo, los vecinos organizaron la búsqueda.
Hasta el momento, hay un solo detenido, que ya había estado preso, acusado de haber matado a otra mujer. Esa misma persona es con quien se vio a Dominga por última vez, el 18 de marzo. Y no supimos más de ella hasta que encontraron su cuerpo sin vida el 31 de marzo en un campo a 20 kilómetros del pueblo, propiedad de la familia del imputado.
Después de tanto horror no íbamos a callarnos ni a bajar los brazos. El pueblo salió a la calle e inició una lucha poderosa, que no se esconde, como lo hicieron los policías en la comisaría, cuando fuimos a decirles que el sospechoso estaba suelto.
El Frente de Géneros de la asamblea poderosa de Formosa y las organizaciones al pie del cañón gritamos fuerte, hoy más que nunca, por Dominga. Y por cada una de nosotras.