Justo hoy, en otro aniversario de su nacimiento, el calendario desafía al viento con bozal y al tormento sin adiós, en el Día Internacional de la Voz, porque sí, hay mitos que no tienen parabrisas, gritos que rompen la barrera de la muerte y silencios condenados por las risas, ¡a la mismísima pena de muerte! Al terror de los eruditos, al dolor que nos gobierna, al amor que se planta, al actor de los infiernos… Gracias, Carlitos, eterna garganta de nuestros tiempos modernos.