*Por Roxana Cainzos, madre de Nehuén Rodríguez, asesinado por la Policía Metropolitana.
Foto: Brisa Ruiz, comunicadora de la poderosa asamblea de la villa 21-24
Era el 15 de diciembre de 2014 cuando Nehuén acababa de cumplir sus 18 años y hace poco había terminado el último año de secundaria. Se encaminaba con su moto para festejar el ascenso de su amado Huracán pero la celebración nunca sucedió. En la intersección de Bransend y Carrillo, en Barracas, lo embistió una 4×4 conducida por Daniel Castagnasso, acompañado por Soria Barba, ambos oficiales de la Policía Metropolitana. Se llevaron así, aquella terrible noche, la vida de mi hijito.
“Un accidente de tránsito” o “estaba sin casco” eran los argumentos. La culpa la tenía él, como siempre la tienen las víctimas. Empezamos a unir cabos hasta llegar a la verdadera conclusión. El patrullero venía a más de 100 km/h y a contramano, las cámaras dan cuenta de ello. No tenía ni sirenas ni balizas. Cruzó en rojo y se lo llevó adelante a él que pasó correctamente, con casco y a baja velocidad. Su cuerpo voló a 26 metros hacia un lado y el casco fue hacia otra dirección. Una hora después del impacto, mi hijo murió en el Hospital Argerich a las 00:30 horas, por culpa de la negligencia de las Fuerzas de Seguridad.
¿Se imaginan cómo actuaron los oficiales? Cubrieron las pruebas, rompieron protocolos y nunca llamaron a la ambulancia: fue un vecino quien lo hizo. Castagnasso, su asesino, sigue ejerciendo funciones con total impunidad a pesar de las cámaras y testigos que no lo favorecen.
Me destroza recordarlo cada año y aun la herida no se cierra por falta de justicia. Nehuén estaba lleno de vida y de proyectos. Siempre extraño sus mañas con las comidas, su locura linda, sus paseos en bici. Recuerdo su alegría al recibir la moto, como volaba y era libre con la pelota: su pasión. Nos sacaron a una luz amiguera, una buena persona.
¿Por qué me la hacen tan difícil? La carátula figura como homicidio culposo y aún no hay condena. Conseguimos tantas cosas a favor de Nehuén que solo sueño con ver a los culpables declarar en un banquillo, mirarlos a los ojos y que paguen su irresponsabilidad. Movieron otra vez el juicio, para este 27 de febrero. Mientras nosotros nos hundimos en un mar de lágrimas, para ellos solo somos una carpeta que puede posponerse cuando quieran. La primera fecha pautada era el 7 de junio del año pasado, pero un día antes era el juicio por el asesinato de Kiki Lezcano. No les convenía: se juntaban muchas organizaciones por el mismo pedido de justicia por los pibes. Por eso lo postergaron. Después vinieron las elecciones y lo patearon otra vez. La tercera vez que lo movieron fue porque Gendarmería no entregaba unas pericias. Y ahora, que ya tenemos todo, nos vuelven a cambiar por «la agenda apretada» del juez. Buscan desanimarnos y desorganizarnos pero no lo van a lograr, porque la gente acompaña cada vez más.
Hay que acompañar todas las luchas, golpear con un solo puño, desde el amor y la unión del pueblo. Por eso ruego la presencia de toda aquella persona y de las organizaciones sociales para gritar por este y todos los casos que lamentablemente se darán. Hoy es por mi hijo, pero el futuro de nuestros pibes está en riesgo si no ponemos un freno a los abusos de la policía.
Queridad madre De Nehuen SOLOS LOS PADRES LLORAMOS LAGRIMAS DE SANGRE POR NUESTRO HIJOS
LAMENTO EN EL ALMA LA PERDIDA DE UN PIBE NUESTRO Y BUEN CHICO ME GUSTARÍA DARTE UN FUERTE ABRAZO Y DECIRTE QUE TU HIJO ES COMO MI HIJO Y PIDO A DIOS SE HAGA JUSTICIA POR EL Y MUCHOS PIBES BUENOS ASESINADOS POR EL ESTADO AL CONTRATAR ESTOS MERCENARIOS.
NO ME QUEDA MAS PALABRAS QUE DECIRTE FUERZA Y NO AFLOJES JAMAS .
LE PREGUNTE POR TU CASO A LA PARAGUAYA CAROLINA PRESIDENTA DE LA COMUNA 4 Y ME DIJO QUE ERA UN DELINCUENTE ESA FRASE ME DOLIÓ EN EL ALMA PORQUE SE QUE NO ES VERDAD Y MENOS MAL QUE ELLA SALIO DEL BARRIO NUESTRO .