11 febrero, 2018
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Tagliaferro quiso prohibir los corsos autogestivos en Morón

A pesar de la negativa municipal, las vecinas y vecinos de Morón realizarán los corsos que cada año tiñen de colores y alegría a los barrios populares. Las murgas difundieron el día de ayer la noticia y responsabilizaron al gobierno municipal de garantizar las condiciones y la seguridad necesaria para todos los vecinos que concurrirán.

 

 

 

Febrero empezó con aire de carnaval, pero en Morón se empezó a correr una noticia que no era para festejar: la directora de cultura local, Rosana Simonassi, informó que este año no iban a brindar las condiciones para realizar los corsos. En esencia, nuestras fiestas son autogestionadas, pero son necesarias las bajadas de luz, los cortes de calle y baños químicos para que los casi diez mil vecinos que participan puedan disfrutarlas.

 

A principios de esta semana, la municipalidad, a través de Simonassi, amenazó con que iban a mandar a las Fuerzas si los corsos se realizaban. Además, no emitirán ningún comunicado oficial.

 

 

Uno de los corsos más grande es el de Haedo, que sostiene a pulmón la murga Cosa e Mandinga, cortando Rivadavia, donde los banderines se extienden por cinco cuadras. El jefe de gabinete de Morón, Hugo Arbel, también es parte de la Cámara de Comercio, y los intereses de los comerciantes de Haedo se ven afectados por el corso. Ninguna coincidencia.

 

 

Cada año, las ocho murgas de Morón, Chinaka Murguera, Murga a la uruguaya Como Chancho a la Batata, Murga Por Siempre Murgueros, Comparsa Los Galanes, Comparsa Nuevo Estilo, Murga La Fisura, Murga Cosa e Mandinga, Tambores del Túnel dan el aviso formal que el municipio pide, modificado el año pasado: “Ahora tiene que mandarse a la jefatura de gabinete a nombre de Ramiro Tagliaferro (Intendente de Morón)”. Esta vez se encontraron con que no les quisieron recibir la carta, aunque en la comisaría sí se hizo el aviso correspondiente y fue firmado el pedido.

 

 

La semana fue a puro movimiento, juntando firmas, difundiendo en las plazas y con los medios alternativos la situación: el jueves 8 presentaron un recurso de amparo en los Tribunales de Morón. En 2011, se declaró a la murga como patrimonio cultural, el concejo deliberante así lo votó, y no hay ninguna ley que prohíba los corsos.

 

 

Tenían 24 horas para dar una respuesta y el viernes 9 concretaron una reunión con Hugo Arbel, quien no sólo dijo que fue un “problema interno” y negó lo que las murgas denunciaron toda la semana. Dijo que los corsos están autorizados pero que no puede firmar ningún documento que lo acredite.

 

Las murgas no solo tuvieron una semana llena de malos tratos, sino que hasta se dijo que se trataba de una puja de intereses políticos. Luego de la charla con el jefe de gabinete del municipio, se dirigieron a la mesa de entrada para ingresar la carta de solicitud que había sido rechazada, y la respuesta fue que no la iban a recibir porque tienen orden de “no recibir nada de las murgas”, quisieron volver a dialogar con Arbel pero ya no tuvieron respuesta.

 

 

Gracias a la enorme difusión que tomó la situación pudieron dialogar con los que se jactan de hacerlo, pero en la práctica cierran las puertas. Y con la confirmación verbal del jefe de gabinete, se realizarán los corsos.

 

 

 

El grito murguero llegó a Tagliaferro, porque el carnaval no se compra ni se vende:
¡La cultura popular se defiende!