Sobreviviendo, entre gatos sin Correa y mandatos de asamblea, salimos corriendo hasta el centro del mundo, para poder romper el silencio más profundo de la región, con la garganta del chabón que todavía se planta frente a los galopantes diarios del mercado: “Los habitantes originarios me han dado mi mejor posgrado”. Desde abajo del atril, promocionando la caravana latinoamericana que llevaremos a Brasil, Rafael relega la presidencia, pero no entrega a Marielle, ni a la conciencia que todavía se expande bajo una enredadera de confusión: “La Patria Grande es la única manera de obtener nuestra segunda liberación”. No fabula quién robó su queso, ni confabula en favor del armado que proponen las corporaciones para la libertad de empresa: «Lula sigue preso, por haber sacado a 40 millones de la pobreza».
Debieron enjaularlo, porque no supieron volverlo invisible. «Y porque derrotarlo en las urnas, les resulta imposible». Satélites desprolijos de sus mismas coartadas y sus mismas secuelas, “las élites toleran que los hijos de sus empleadas tengan mejores escuelas». Pero esas hilachas de fachos y fachas se cortan junto a sus privilegios, cuando las políticas reales se imponen a los barullos: «No soportan que vayan a colegios iguales a los suyos». Ni toda su lógica politiquera, con toda esta logia marketinera al acecho, ha hecho que prestaran un oído al pueblo aplastado por la opresión: “Sus medios han sustituido al Estado de Derecho, por un Estado de opinión”. Aun así, no se negocia el honor de la gente, ni el valor del continente que no acepta funcionar cada semana como laboratorio: “Ecuador pudo expulsar una base militar norteamericana de su territorio”. Crece, la rabia crece y parece que mataron a los Correas, que todo se fue a la mierda, que nos han convencido, que llegamos al precipicio, que pecamos de ignorantes, «pero las ideas de izquierda siempre han parecido, al inicio, delirantes”.
No se vende, una y otra vez vuelve a denunciar cómo nos hundimos en infiernos dialoguistas, «mientras nos sorprende esta rapidez para derribar lo que hicieron gobiernos más progresistas». Ahora, ¿dónde está esa madriguera del ejército heredado por la represión? Hoy más que nunca, «en los medios de comunicación, en esas empresas que han articulado un gran partido político de oposición». Poder sin contrapoder, desgracias tercerizadas y democracias mediatizadas conforman la guardia del horror, toda esta vanguardia del orden conservador que se agiganta de manera tenebrosa: «Por eso necesitamos a la Garganta Poderosa», en cada manifestación y en cada lugar, «empoderando a la comunicación popular, porque hoy ya sabemos que no tenemos otra salida». Ahí estaremos, dejando la vida tal como proponía ese brasilero, detrás de una utopía que suelta tinta todavía, en cada papel y en cada verso: «¿O quién creía que un tornero soldaría la quinta economía del universo?”.
Buen dia, consulta, soy de plottier provincia de neuquen y quisiera saber donde puedo conseguir la revista o si me la pueden enviar por correo postal, necesito el medio grafico ya que donde trabajo no tengo servicio de internet, desde ya muchas gracias y muy bueno todo lo que hacen,saludos