Los vecinos y las vecinas puntanas del barrio Eva Perón luchan todos los días por una vivienda digna, urbanización y por políticas para permitir el acceso a los servicios básicos. Un barrio que sea habitable, que no se inunde, que no tenga olor a cloacas, al que entren las líneas de colectivo, con un centro de salud y plazas para que los niños y niñas puedan jugar. Un lugar que en verano no se corte la luz y que en invierno no baje la presión de gas. Sin embargo, esta lucha es llamada usurpación por los medios y las autoridades.
El día 6 de mayo cerca de 1000 familias se ubicaron en los terrenos del anexo cinco del barrio para delimitar los terrenos en lotes con el fin de asentarse, marcándole la cancha al gobierno provincial para visibilizar la falta de viviendas. Esto provocó una terrible represión contra ellos efectuada por la Compañía de Operaciones de Alto Riesgo, especializada en represión y choque, que actuaron sin pensar que también habían niñas y niños en el lugar, dejando así una vecina y dos menores heridos.
Porque si alguna vez hubo una política de vivienda los vecinos quieren reivindicarla, es decir: reclamar con vehemencia y firmeza algo a lo que se tiene derecho y de la cual se ha sido desposeído o está amenazado de serlo. A una semana de lo sucedido la comunidad continúa denunciando la represión policial y reclaman la presencia del gobernador de la provincia o alguno de sus funcionarios en el lugar, para poder conseguir una solución de manera urgente.
Vamos de nuevo, pero sin diccionario: los vecinos y vecinas de San Luis quieren un barrio.
