ex preparador físico de la Selección Argentina.
El jueves vi lo que todos vieron. No hace falta saber mucho para darse cuenta cuando una persona está angustiada, casi con ganas de estar en otro lugar. Cuando terminó el partido y se le acercó su compañero del Barcelona, Ivan Rakiti?, Leo estaba con una cara sombría. Indudablemente, no era su día. Creo que prefería estar en un rinconcito de su casa con los nenes y la esposa y no ahí donde todo el mundo lo agredía. En el Mundial 2010, siendo el preparador físico del cuerpo técnico de Diego Maradona, le hablé antes de perder 4-0 con Alemania. Le dije que la pasara bien, porque si no todo iba a salir mal… y si a él le iba mal, qué le quedaba al resto, ¿no?
De todas formas, no es justo que él se haga cargo de la estructuración de un pueblo, más allá de lo deportivo. Si ganamos o perdemos, a nadie le va a cambiar la vida. Sin embargo, debe cargar con un periodismo sanguinario, berreta, irrespetuoso y decadente; cargar con un gobierno que es más de lo mismo; con todos los que se preocuparon por su “desaparición” en la cancha, pero no por los 44 desaparecidos del ARA San Juan ni por los 30.000. El fútbol es una construcción cultural de las clases populares que fue absorbido por el gran negocio. Me pregunto, entonces, periodistas como los Niembro, los Farinella, los Liberman y tantos más, ¿van a la villa a ver cómo están los chicos? No, esperan que ganen todo e igual los desprecian. Tengo una bronca irreversible.
Los jugadores dieron lo que pudieron aún con las frustraciones que acarreaban. Y Messi, en particular, en el tercer gol de Croacia llegó corriendo a defender hasta el borde del área. El esfuerzo estuvo, pero faltó otra cosa… Para encaminar el rumbo del fútbol argentino hay que volver a recuperar los mejores valores: la inocencia del potrero, el verbo jugar, el divertirse haciendo amigos, porque años atrás la formación se forjaba desde el punto de vista humano para no ser agresivos. Eso cambió y hoy los grandes maestros fueron reemplazados por entrenadores. Pero, ¿entrenadores de qué? Este Mundial sin técnicos sería mucho mejor, porque la mayoría transmite miedo, inseguridad y violencia.
Leo se ha tomado a la profesión con un perfil muy bajo, entendiendo que el mundo está pendiente de lo que haga. Él reconoce ser un futbolista que juega muy bien, pero que hay otras actividades y disciplinas que merecen otra recompensa. Aparecer como alguien tan importante cuando hay científicos, profesores, gente que da la vida por el prójimo, a él le da mucha vergüenza. “Sólo soy un jugador de fútbol”, me dijo cuando tenía 23 años. Por eso lo valoro tanto.
Para el partido del martes contra Nigeria, sólo espero que los jugadores disfruten, así podemos hacerlo nosotros también. Y a vos Leo, en el día de tu cumpleaños, te deseo que puedas ser feliz. Que estés absolutamente seguro de ser uno de los mejores jugadores que se ha visto y que no le debes nada a nadie, aunque algunos nos quieran hacer creer que sí, porque hubo gente “que se gastó una fortuna para verlo”. ¡Me importan tres carajos esos tipos! No juegues para ellos, jugá para esas chicas y chicos que sueñan ser como vos y estarán esperando gritar tu gol.