15 junio, 2018
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Los atacan para callarlos

*Por Horacio Verbitsky, presidente del CELS.

 

El ataque institucional de Patricia Bullrich contra La Poderosa, sin dudas intenta responder a las denuncias de los vecinos recientemente torturados en la villa 21-24, pero además pretende invisibilizar este juicio que hoy tendrá su quinta audiencia, por las torturas que seis prefectos impartieron sobre Iván Navarro y Ezequiel Villanueva, en septiembre de 2016. No por casualidad, la ministra sale a darle su respaldo a la Prefectura, justo ahora, que sus agentes están en el banquillo.

 

Por primera vez.

 

Sus acusaciones contra la organización villera faltaron grotescamente a la verdad. Y hasta sugirió que sus miembros son cómplices del narcotráfico, una falacia absoluta, sin punto de arraigo con la realidad. Muy por el contrario, sus propias Fuerzas de Seguridad están conectadas con el sector delictivo, ésas mismas que están perturbando la vida normal de la comunidad en la Villa 21-24.

 

No hay ningún desenmascaramiento en la burda operación que intentaron desplegar, apenas la clara finalidad de amedrentar y acallar los gritos de La Garganta, para poder seguir “controlando” el territorio mediante la violencia y el miedo que viene acorralando a las familias trabajadoras de los barrios. Por eso, como si fuera poco, balearon hace un par de semanas la casa de Iván, en otro atropello ilegal que se cubrió desde un solo medio, ése mismo que ahora quieren deslegitimar.

 

Sabemos que intentarán silenciarlos. 

Y que no lo van a lograr.

 

Todas estas prácticas son cada vez más frecuentes por parte del Gobierno: en vez de asumir su responsabilidad en las problemáticas, acusa a las organizaciones y sus militantes, sin ninguna prueba, ni elemento, sólo valiéndose de su poder comunicacional para confundir, tal como sucedió con los mapuches, en el caso de Santiago Maldonado y en otras tantas causas de vulneraciones a los Derechos Humanos. No se hacen cargo de sus decisiones. Y atribuyen las consecuencias a quienes las padecen.

 

Pero al escenario atroz orquestado por las Fuerzas, únicamente se lo puede enfrentar con organización, trabajando conjuntamente, movilizándose, sin permitir la soledad y rompiendo el aislamiento. Por eso, a ellos les molestan ustedes: las respuestas masivas y las posturas colectivas, en todos sus pasos.

 

¡Adelante!
Y no bajen los brazos.

 

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