*Por Petronilha Beatriz Gonçalves e Silva,
referente feminista del movimiento negro brasilero.
referente feminista del movimiento negro brasilero.
Un encuentro como el que llevaremos adelante en Porto Alegre será de gran importancia. Como negras e indígenas tenemos un ideal de sociedad en la que entramos todas, siendo respetadas en la diversidad, con voz y voto. Por eso, es fundamental armar, reunir, proponer tareas, proyectos conjuntos y objetivos comunes, porque la negrada precisa seguir organizándose. Hace tiempo que las batallas son muchas y muy variadas en diferentes países, pero somos nosotras, desde la base, quienes debemos generar espacios entre distintos movimientos para hallar otras soluciones. Eso buscaremos en el Foro Latinoamericano de La Poderosa.
El asesinato de Marielle no sólo representó un acto de violencia contra un ser humano: ella es el símbolo de la lucha por un mundo más justo. Fueron cuatro disparos que impactaron en las mujeres, en los villeros y en todas las personas de una sexualidad disidente, pues ella reunía cada una de esas causas. Creyeron que matándola silenciarían su garganta, pero lo único que consiguieron es que hoy miles seamos Marielle y continuemos la pelea que inició. De una manera similar ocurre con la injusta prisión a Lula, ya que no se trata de un individuo sino de una fuerza colectiva que va más allá de una cuestión meramente partidaria.
De cara al fin de semana, toca preguntarnos qué queremos construir y de qué lado estamos. Para eso, es necesario conocer nuestra historia. Algunos grupos minoritarios que tienen el poder garantizado, ya sea por dinero o por su posibilidad de gobernar, todavía pretenden apostar por aquel programa antiguo de virar hacia un gran mundo occidental europeo, tomando a Estados Unidos como referencia. Somos un país que, en su mayoría, desciende de africanos, con más de 200 pueblos originarios. Entonces, ¿con qué fin debemos seguir su legado, luego de ser criados, por su culpa, con tanto sufrimiento?
Es imprescindible que toda la Patria Grande se haga presente el 27, 28 y 29 de julio, porque si atacan a un país de la región repercute de alguna manera en los demás. El momento es ahora: la situación continental nos exige permanecer unidos. Y, a decir verdad, nunca nos tendríamos que haber separado.
Será un punto de quiebre en la resistencia, de cada villera y cada favelado.