11 agosto, 2018
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El grito de Esperanza

 

Los últimos días de junio en Puerto Esperanza, Misiones, se despidieron con un proyecto presentado por el concejal Sergio Rosciano de la minoría para declarar a esta localidad como ciudad “Provida”, sin debate previo, sin estudio y sin trabajo de comisión. La presidenta del Concejo pidió que se tratara “sobre tablas” y ese mismo día se aprobó, en ausencia de la abogada y concejala María Leonor Lenguaza, que explica:

 

“El proyecto indicaba que en el membrete de todos los papeles oficiales del municipio dijera ‘Esperanza – Ciudad Provida’. De ese modo se enteró la gente del pueblo; de la noche a la noche a la mañana todos y todas pensamos igual”.

 

Lenguaza continuó su relato: «Un grupo de jóvenes vecinos y vecinas se acercó a pedirnos ayuda porque se habían enterado por el Facebook de Rosciano; me hablaron del proyecto de Pluralidad de Voces, y juntos entendimos que no podíamos ser declarados unánimemente como un pensamiento determinado. No tiene validez legal porque sería inconstitucional», afirmó la edil.

 

La abogada colaboradora Lía Sienra, convencional constituyente que también representa el proyecto de Pluralidad de Voces, por vecinos autoconvocados, agrega: “El proyecto impulsado por nosotras y nosotros, deroga la declaración anterior porque, si bien tiene un carácter simbólico, posee un contenido peligroso, que son las facultades que le da al ejecutivo para llevar a cabo políticas diversas que desarrollarían la declaración Provida; por ejemplo, llevar el mensaje al nivel educativo, y rechazar firmemente rutinas y hábitos que vayan en contra de la declaración, lo que resulta más peligroso todavía».

 

Sienra asegura que se les rechazó el cuarto intermedio solicitado para su presentación el jueves 2 de agosto, a pesar de cumplir con toda la burocrática formalidad. “No sólo nos negaron los votos para tratarlo sobre tablas, sino que nos negaron la posibilidad de expresarlo; no nos quisieron escuchar. Lo interpretamos tal como era: una censura, la antesala a la falta de libertad de expresión», denunció.

 

Entonces, el grupo de jóvenes y abogadas solicitó un día de audiencia para tratar el tema, sería el 6 de agosto a las 17:00 hs donde se votaría en el Concejo Deliberante, pero dicha reunión tuvo que ser suspendida que suspendida ya que las iglesias del pueblo  convocaron a una movilización con los pañuelos celestes. La cita “Provida” era a las 17, en la puerta del Concejo Deliberante, impidiendo y condicionando la entrada y salida de vecinos y vecinas que llegaban para tratar el proyecto.

 

“La declaración avasalló muchos derechos humanos: la integridad y autonomía de la mujer, la posibilidad de pensar distinto, la libertad de expresión y la condición de Estado laico, ya que estábamos en una dependencia estatal con el edificio rodeado por integrantes de la iglesia que condicionaban el acceso y la salida de las personas que apoyamos la Pluralidad de Voces», narró la abogada. «No ‘ganó Dios como decían: perdió la democracia», concluyó.