11 septiembre, 2018
,

Asambleas del Litoral, unidas

 

 


 

En el sur de Misiones se encuentra Puerto Azara, un pueblo costero habitado en su gran mayoría por familias tareferas. Gracias a la lucha popular sobrevivió a quedar bajo agua, lo que hubiera sucedido si se consumaba el mega proyecto hidroeléctrico Garabí/Panambí que se logró detener con el apoyo de numerosas organizaciones. Hoy, muchas familias que fueron expulsadas  ante el pánico de la inundación o el hostigamiento de un sector, pueden volver a establecerse en el lugar. Este pueblo que jamás se rindió, fue la sede anfitriona el 7, 8 y 9 de septiembre del 17º Encuentro de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC) en la Región Litoral. Un  encuentro de asambleas y organizaciones que resisten a emprendimientos que jaquean los Bienes Comunes. Promueven el Buen Vivir a partir de prácticas como la agroecología y la soberanía alimentaria en distintos puntos del país.  Se trabajó en comisiones, con un campamento infantil didáctico a cargo de guardaparques provinciales, además de charlas y proyección de documentales.

 

 

 

 

Andrea Dombroski, una de las organizadoras, integrante de CEPA y parte de la Mesa Provincial “No a las Represas”, explica cómo se aborda la cuestión de los Bienes Comunes, entendidos como espacios en donde vivimos y habitamos tierras, pero que no nos pertenecen, al ser además, un legado para futuras generaciones.

 

 

“En ese sentido ponemos en discusión modelo productivo actual, un modelo en extractivista que se basa en la explotación, que tenemos formas de producción alternativas desde las economías sociales, populares, cooperativistas, a partir de las cuales empezamos a unificarnos y ver que hay otro modelo alternativo de producción, donde no solamente se puede sortear las cuestiones económicas, muy importantes para nuestra población. Sino también el tratamiento de los espacios donde habitamos y donde vivimos”.

 

 

Uno de los ejes fue el tema de las represas y megarepresas, raíz de la histórica lucha provincial contra este tipo de proyectos, además de otros dos ejes centrales: Tierra y Semilla, sin perder de vista el problema del monocultivo y el uso de agrotóxicos. Como expresa Andrea:

 

 

“Vivimos en una provincia que tiene fumigaciones urbanas, basta ir a la zona paranaense donde existen muchos casos de cáncer, muchísimos abortos espontáneos, niños con malformaciones, el crecimiento de niños y niñas con discapacidades que son parte de este modelo explotador”

 

María Alvez, vecina de Puerto Azara, organizadora y autoconvocada en contra de las represas, también parte de la Mesa Provincial No a las Represas añade:

 

 

“Es tiempo de sembrar conciencia y reclamar por la tierra que es nuestra, no de las grandes transnacionales. Debemos reclamar la tierra y ocupar para nuestro beneficio, para una soberanía alimentaria, soberanía de las semillas y soberanía de la tierra.”

 

 

Con respecto a la situación educativa en la localidad, expresa su preocupación por la falta de escuelas secundarias, a pesar del lograr que ya no haya deserción escolar como en tiempos anteriores donde hijos e hijas de familias tareferas dejaban de estudiar a los 10 o 12 años para dedicarse a trabajar.  Además de sostener la lucha por la titularidad de la tierra, agrega María:

 

 

“Seguimos peleando y soñando por tener nuestra propia escuela secundaria. Pensamos que la educación es lo principal orientando a la defensa de nuestros derechos, es lo que tratamos de transmitir a nuestros hijos.”

 

 

Concluyendo, afirma que “hay muchos proyectos que estamos armando con mujeres desde lo agrario, como huertas orgánicas, para salir adelante”.

 

 

Un encuentro, un respiro al ajuste, un grito alentador.