21 diciembre, 2018
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Hágase cargo, Vidal: ¡la línea 144 debe ser una política pública de verdad!

La línea 144 es una línea de atención a víctimas de violencia de género que funciona en la provincia desde 2008, las 24 horas, los 365 días del año. Depende de la Subsecretaría de Género y Diversidad Sexual de la Secretaría de Derechos Humanos, y atiende consultas que dan asesoramiento, contención, orientación y derivación en caso de que se necesite articular con autoridades nacionales, provinciales o municipales, a diferencia de lo que indicó la gobernadora María Eugenia Vidal en su cuenta de Twitter el pasado 12 de diciembre: la línea 144 no toma denuncias.

 

El equipo está conformado por 93 trabajadoras; desde el año 2016, el 90% de ellas son contratadas de manera precarizada, no como empleadas del Estado, sino tercerizadas con contratos de comercio a través de la empresa privada prestadora de servicios tecnológicos Provincia NET, de la que Augusto José Rodríguez Larreta, hermano del actual Jefe de Gobierno de la Ciudad, es director titular. En ese sentido, hay una clara contradicción entre el discurso demagógico de la gobernadora que dice que las mujeres contamos con la línea 144, y la desinversión presupuestaria y falta de políticas de fortalecimiento del trabajo de su equipo. Por eso, uno de los reclamos que venían llevando adelante las trabajadoras era la inclusión de esos cargos para el presupuesto 2019. Esto no se modificó; y se aprobó el presupuesto 2019 sin contemplar estos 82 cargos de trabajadoras tercerizadas.

 

 

Hoy por hoy, desde que se da esta forma de tercerización, la línea atiende con guardias que no superan las diez operadoras. A partir de la denuncia de Thelma Fardín contra Juan Darthés, hubo un estallido de denuncias y testimonios de mujeres víctimas de violencia que hasta hoy no se animaban a contar. En estos últimos 10 días, recibieron casi el triple de las llamadas que venían recibiendo. Muchas de ellas son denuncias por abuso, como la que hizo esta actriz, esta compañera.

 

 

Desde el inicio de la línea 144, hace ya diez años, se pensó que sería la primera comunicación con las víctimas de violencia de género. Buscan poder generar un vínculo con el territorio; que sea ahí, donde nosotras vivimos, que podamos recibir una contención psicológica, acompañamiento de una trabajadora social, asesoramiento legal y lo necesario para habilitar hacer la denuncia correspondiente. Además, se trata de articular con instituciones que puedan acompañar integralmente a las víctimas según cada caso, como ser comisarías de la mujer, fiscalías, secretarías, consejerías municipales.

 

 

La lucha que las trabajadoras vienen dando desde hace tiempo es principalmente por la estatización de la línea, y en ese plan de lucha, cinco de sus compañeras fueron despedidas: por adherirse a medidas gremiales donde lo que se estaba haciendo era ejercer su legítimo derecho a la protesta. ¡Despidieron a una trabajadora social, aún cuando la mayor demanda actual de la Secretaría de Derechos Humanos, es contar con trabajadoras sociales! Gracias a la organización y al acompañamiento de organizaciones de mujeres, lograron reincorporar a 2 trabajadoras, y aún siguen en lucha por las otras tres.

 

Esta línea debe ser una política pública, y es la gobernadora Vidal quien debe garantizarlo. Así como Thelma denunció y el mundo entero la miró, María Eugenia:

¡Las va a tener que mirar!

Mirar cómo las despiden…

¡Mirar cómo se organizan!

Mirar cómo las precarizan…

¡Mirar cómo lo vamos a tirar!