La noche del 17 de junio, Silvia Maldonado se negó a la violación domiciliaria por parte de la Policía provincial que quiso ingresar sin orden de allanamiento. Ella, con sus 17 años, exigió que no atropellen los derechos de su familia exigiendo la orden, pero a cambio recibió golpes, empujones, insultos, y un tiro en la cabeza, efectuado por un agente que presta servicios en la Comisaría 5ta. Agu, como la conocían sus allegados, resistió internada un día, pero no pudo más y falleció.
Silvia era madre de 2 niñas, y su ausencia deja un vacío tremendo en el barrio, pero una fuerza de lucha que se hace cada vez más poderosa en búsqueda de justicia.
El 17 de junio 8 policías quedaron aprehendidos por el crimen, pero el 1 de julio, José Abraham uno de los efectivos, confesó haber efectuado el disparo con su arma reglamentaria, quedó detenido solo él y los 7 restantes, siendo tan responsables como Abraham ya que hicieron abandono de persona, quedaron en libertad.
El pasado 5 de julio, se reveló en las pericias balísticas que no solo fue Abraham el que disparó, sino que al menos él y otro efectivo lo hizo, pero este todavía no fue identificado.
Familiares, amigos y vecinos de Agu, junto a organizaciones sociales, decidimos no permanecer callados, por lo que el pasado 5 de julio salimos nuevamente a las calles de Santiago para exigirle al Estado provincial que tome las medidas correspondientes para esclarecer el hecho y que la Justicia actúe. El asesinato de Silvia no quedará impune, para ello marchamos.
¡Ni un paso atrás! ¡Silvia Maldonado y todas las victimas del gatillo fácil presentes ahora y siempre!
