En Santiago del Estero, a partir de la apertura de la asamblea poderosa en el barrio La Católica, comenzamos a pensar las actividades que debíamos emprender para mejorar nuestro barrio, una de ellas fue el apoyo escolar. Después de la merienda que llena las panzas y ayuda a pensar, decenas de changuitas y changuitos completan las tareas de la escuela y potencian su aprendizaje colectivamente.
Este espacio se hizo camino desde el Frente de Géneros, ya que de allí salió la propuesta: el feminismo villero hace escuela, y alumbra a toda la asamblea. Porque entre lo mucho para discutir, para hacer, y las tantas urgencias que atender, a la niñez la cuidamos y ayudamos a crecer entre todas y todos.
Funciona de lunes a viernes de 16 a 18 hs., y asisten 15 niñitas y niñitos. Luján de 13 años, alumna de primer año de la secundaria, nos cuenta: «me gusta como se nos enseña acá, la paciencia para tratarnos».
Alejandra Gallo, quien coordina el espacio, nos cuenta: «yo creo que este espacio es muy útil porque hay papás que no tienen las herramientas y que por salir a trabajar no pueden dedicarle el tiempo suficiente a sus hijos».
«Cuando los chicos se sienten seguros de sí mismos se entusiasman y le ponen ganas. Para esto se los motiva con charlas diarias para que entiendan que son parte de la construcción del presente y del futuro», profundiza Ale.
Como en todos nuestros espacios, necesitamos más ideas y manos para que las y los enanos vayan progresando en la educación.
Sumate, te necesitamos en matemáticas, lengua y ciencias, la educación popular es un espacio de resistencia.