* Por Fernanda Sánchez Mosqueda, hija de Elsa Sánchez Mosqueda, desaparecida desde el 26 de abril de 2019.
Mi mamá estaba en su casa, eso es lo último que supe. Ella había sido víctima de violencia de género y desde aquel 25 de abril del año pasado no pude volver a comunicarme. Hoy se cumplen 17 meses que la estamos buscando y aún su ex pareja jamás fue investigada. Él testificó y se levantó de la mesa para no responder nada más por mi mamá, nunca se preocupó. Recién un mes después, hicieron un rastrillaje con peritos en la casa de ella, en Virrey del Pino. ¡Sorpresa! Había ropa quemada de Elsa. Pero aún así, sólo desidia: “Hasta que no aparezca el cuerpo de tu mamá, o ella diga que él le hizo algo, no se puede hacer nada”, nos dijo un oficial.
Como no recibimos ningún dato ni ayuda por meses, pensamos lo peor. Hasta que un año después, el 31 de abril de 2020, la mamá de una amiga la reconoció en una Iglesia, fue un alivio tener novedades. Desde entonces varias personas la identificaron en distintos puntos de Capital Federal, como la zona de feria de Retiro y la Plaza San Martín. Siempre la comunidad, al servicio de la comunidad.
El Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (SIFEBU) estuvo meses sin responder mis llamados. Por su parte, el Dr. Munilla Lacasa Eduardo, de la Fiscalía N°36 de Capital Federal, dijo que se comunicarían conmigo pero todavía seguimos esperando. No consiguieron ni las cámaras de seguridad de las zonas en las que los distintos testigos dicen haberla visto. Ya no podemos esperar: pegamos carteles en muchísimos lugares, fuimos a comedores, a agrupaciones que reciben gente en situación de calle, grupos vecinales, de todo.
Yo siempre insistí con que su ex-marido algo tuvo que ver. Mi mamá por voluntad propia jamás hubiera abandonado su casa y a su familia. Hoy sigo enfocada en encontrarla. Necesitamos el apoyo de la comunidad, respuestas estatales y todo tipo de difusión. Te seguimos buscando, Elsa.
Ya estoy cerca, mamá.