25 septiembre, 2020
, GATILLO FÁCIL

HASTA QUE NICO TENGA JUSTICIA

nicolás vázquez bs as

* Por Anahí Vázquez, hermana de Nicolás Vázquez, a siete años de su asesinato en manos de la Policía Bonaerense.

Nicolás Vázquez tenía 18 años cuando fue asesinado por el policía Héctor Amarilla, el 25 de septiembre de 2013, en Lanús. Nico era una persona sin maldad, que nunca le jodió la vida a nadie, muy unido a su familia. Un joven que tenía muchos proyectos que su asesino le arrebató. Ese día, él fue con dos amigos a Lanús para dejar su currículum en un lugar de comida. Después entró a un local de ropa, pero al salir sonó la alarma. Mi hermano se asustó y corrió, y el efectivo le pegó dos tiros para inmovilizarlo. Cuando se acercó, Nicolás levantó las manos diciendo que no tenía nada y Amarilla le dio otro tiro en el cuello para quitarle la vida en el acto.

El policía le plantó un arma y caminó dos cuadras para dispararse a sí mismo en la pierna; quiso simular un tiroteo inexistente. Hoy recuerdo con dolor que cuando noté que mi hermano no volvía a casa, lo busqué durante todo un día. Finalmente, en la Comisaría 2da de Lanús me dijeron que Nicolás había querido robar y estaba armado, por lo que hubo un enfrentamiento. Yo estaba segura de que mi hermano no llevaba armas y pude confirmarlo en la morgue, cuando el perito informó que el disparo fue en el cuello y no había sido en la espalda como dijeron. Luego de las pericias, las cámaras y los testigos, se comprobó que yo tenía razón.

El asesino se mantuvo prófugo desde 2014, se realizó un pedido de captura nacional e internacional y se ofreció una recompensa en 2015. Junto con mi mamá nos mantuvimos al pie del cañón en la investigación, comenzamos a averiguar y a involucrarnos; incluso descubrimos que Amarilla estaba acusado de asesinato de otros seis casos. Ya para febrero de 2019, cinco años después, nos enteramos que en ese momento residía en Paraguay, iba a regresar a Buenos Aires por el nacimiento de su nieta. Le avisé al fiscal para que hicieran los allanamientos correspondientes y desde ese momento se encuentra detenido con prisión preventiva. Está esperando la fecha de juicio, que iba a iniciar este 1 de septiembre, pero se pospuso por la pandemia.

La lucha por mi hermano siempre fue muy dura, una no sabe de dónde sacar la fuerza. Es mucho el dolor que llevamos. Personalmente estoy mal, pero debo sostener a mi vieja porque nadie se puso en nuestro lugar. Cuesta, pero a pesar de eso, seguimos resistiendo. Acá nadie va a parar hasta que Nico tenga justicia.