* Por Lucía Tamay, hermana de Noelia Luna Quimey Lambert Tamay, víctima de femicidio.
Maikel Rodríguez Figueroa, mató a mi hermana, su pareja, cuando tenía sólo 19 años. El 9 de septiembre él llevó a Quimey a la casa de mi otra hermana, María, pidiendo ayuda a los gritos porque tenía una herida en el abdomen. Adujo que le habían disparado en un robo. Cuando llegaron al hospital, Maikel expresó que iba a buscar los documentos de mi hermana y volvía, pero nunca más lo vimos. Desde ese momento y durante dos meses, estuvo prófugo.
A los 45 minutos de su llegada al Hospital Lucio Meléndez de Adrogué, Quimey murió. Mi mamá se enteró de todo por un mensaje que le mandó él en el que confesó haberla asesinado, apenas un rato más tarde de haber abandonado el hospital. Hicimos la denuncia y la Justicia lo empezó a buscar. El UFI N°2 tomó el caso y la causa se catalogó como “Homicidio agravado por el vínculo / Femicidio”.
Mi mamá encontró una foto de el femicida en la franja roja de Interpol, con pedidos de captura en Chile y República Dominicana, de donde es Mikel y era parte de la División Especial de Seguridad Halcón, al igual que su familia. Había sido denunciado por su ex pareja por un intento de femicidio y por el asesinato de un joven. Con ayuda de sus seres queridos huyó a Chile, donde asesinó a otra persona, y con un DNI falso a nombre de “Cesar David Aranguel”, cruzó a Bolivia para luego entrar a la Argentina.
Este viernes 6 de noviembre lo capturaron en José C. Paz y quedó privado de su libertad. Hoy Maikel tiene prisión preventiva, pero aún no fue a juicio, no tiene una condena firme. Nuestra lucha sigue y es para que no tenga la extradición que le permita volver a su país. Allá, con toda su familia, tiene poder suficiente para sortear la Justicia. Exigimos que la condena por el femicidio de Quimey y la de los delitos que cometió en República Dominicana y Chile se cumplan acá.
¿Cuántas pibas más matarán? No puede ser que cada día haya una mujer o una niña menos. No podemos seguir de esta manera.
