Cientos de hombres y mujeres en familia, desplazados por los alquileres hacia Nova Brasilia, conviven ahora en una fabrica abandonada, tal como si fuera una casa tomada, apretujados por la necesid…ad, con sólo 3 baños para toda la vecindad. Abandonada a su suerte desde abril, cuando empezó a sonar fuerte el Mundial de Brasil, la asamblea se clavó como una roca sobre la avenida Itaoca, donde los 1500 grupos familiares debieron improvisar sus lugares, montando su propia urbanización, con paredes de madera y techos de cartón. Acurrucados en rincones apagados, donde el turismo difícilmente los podrá ver, cuentan con “sólo una ornalla para poder comer», en cada uno de los recintos, distribuidos en pasillos que parecen laberintos. Obreros, cartoneros, chatarreros y amas de casa levantan desde allí una voz comunitaria, que tiene a 7 cuadras la única salita sanitaria, pero sólo a 5 tiene a una Policía Pacificadora, que bien podría llamarse Silenciadora… A la espera de las respuestas que el alcalde prometió en medio de las protestas, “Da tuf” se planta con La Garganta, para que la Copa del Mundo nos ayude a quitarnos los temores y las vendas: “Somos torcedores, torciendo por más viviendas”.
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