24 diciembre, 2015
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Querido Papá Noel

Querido Papá Noel:

Hola, ¿cómo andás? Seguro cargando un poco de paz, un poco de mate y otro poco de amor, para llevar a cada destino, así que por favor agendate al pueblo argentino. Nosotros acá, Santa, gritando con La Garganta nuestra verdad, desde Yerba Buena, para pegar una navidad que valga la pena. Vos conocés, debés haber venido más de una vez, para dejar tus regalos en el country de acá al lado… Todo bien, se te habrá pasado.

Otra noche buena se avecina y temiendo que un rayo te parta (no había otra rima) escribimos esta carta, para contarte que nuestro barrio también sueña y que aquí no descansa la decoración navideña: tenemos luces sin colores, pero intermitentes, los 364 días anteriores y subsiguientes. Al margen, como hasta el pan dulce está salado, desde Tucumán quisimos dejarte acá nuestro recado, para evitar cortocircuitos comunicacionales, aprovechando los 250 mil seguidores en las redes sociales. Y ahora, sí o sí, te va a caber: algún amigo en común debemos tener.

A esta altura, estarás temiendo que te pidamos una locura y encima a los gritos, pero tranca, somos buenos changuitos. ¿Botines? No, salen mucha plata y ya nos acostumbramos a jugar en pata. ¿Pelota? Tampoco, casi siempre tenemos y, cuando no, la hacemos. ¿Guantes? Menos, usalos para frenar los rayos o, si no, para nuestros viejos que están llenos de cayos. ¿Camiseta? Al pedo, entre enero y enero, acá se juega en cuero. ¿Arcos? Tarde, ya los fabricamos hace años, con troncos de madera y hojas en los travesaños. ¿Entonces? Y entonces agradecé, Gordo, porque ni siquiera vas a tener que pelar el monedero: tan sólo queremos nuestro potrero.

Ni Monumental, ni Bombonera, nuestro estadio se llama “El Sapito”, sí, el primer estadio sin trapito, ni electricidad, ni publicidad, ni boleterías, ni graderías. ¿Ni unita? No necesita. Tiene árboles que ayudan al efecto, además de funcionar como baños. Y así estamos perfecto, hace más de 60 años, aunque algún perro ladre, porque acá festejamos los Días de la Madre, la llegada de la Primavera, la revista villera y nuestro derecho al futuro. Pero algo están tramando, del otro lado del muro.

Allá, donde nuestro barrio privado de libertad se convierte en un barrio privado de verdad, o sea, colmado de mentira, alguien conspira para poner el predio en venta, contra la voluntad de los “Mini” y los “Mayores de 60”, que siguen tirándose al piso con la misma voluntad, mientras otros negocian el permiso de la Municipalidad como si no hubieran rematado todos los espacios públicos de la Ciudad…

Ni muñequita, ni soldadito: queremos que le pegues un grito a esa tal Castillo, para que nadie venga a hacerse el pillo, porque esa propiedad hoy le pertenece a toda la comunidad. Y al fideicomiso, que no asume su compromiso, pero encima aprovecha la ocasión para levantarnos un tremendo paredón. Y al gobernador, que te obligará a cambiar el trineo por un tractor, cuando quieras traernos las redes, porque estamos rodeados de paredes. Y a los diarios, porque si “Yerba Buena está entre los 7 mejores barrios para vivir”, sería bueno que no fueras vos quien nos deba asistir.

Perdón, querido Gordo, perdón por escribirte sin paño, desde la urgencia, pero aparecés una vez al año y ni siquiera dejás un teléfono de emergencia… Ojo, lo podrías anotar entre tus mociones, así te llamamos cuando los countries nos vuelvan a donar sus inundaciones. O cuando publiquen los mapas que habilitan sus chucherías, dibujando “calles vacías” para los ojos de otros, como si ahí no viviéramos todos nosotros. Porque sí, nos toman como rebaños desde hace muchísimos años, pero nosotros seguimos andando a contramano sobre La Poderosa. Entonces, vos nos dirás, “changos, el ser humano se cree cualquier cosa, mientras crea que la ficción juega para él”. Y sí, capaz tengas razón, Papá Noel.

Los pibes y las pibas,
de La Poderosa Tucumán.

PD: Un abrazo sincero, pero no te olvides del potrero.