21 mayo, 2008
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Manos a la obra

 

Una vez más, son las estrellas, los personajes principales de esta realidad que interpretan a través del teatro, como vidriera de verdaderos sentimientos e historias, que transmiten ganas de pelear, de sentir, de vivir y de creer.

Quizás sea un “Te quiero”, un “Estás loco”, o un “Yo te ayudo”, la frase que elijan para plasmar su obra, una obra cargada de momentos reales que tal vez marcaron un pedacito de una vida tucumana y dejaron gratos o agrios recuerdos, que pueden de repente ser ratificados o rectificados, por la magia de nuestro arte.

Cuando la moto ruge tan fuerte y acelera con más ganas, es porque el tanque va lleno de combustible, regenerando caminos gastados, mientras nuevos compañeros se suman en su andar, para seguir camino a la transformación que iguale nuestras oportunidades y para darle sentido a la libertad que perseguimos cuando unificamos nuestras miradas, en nuestros barrios, en nuestros escenarios,  hacia una sociedad equitativa que no precise de un disfraz para llevar adelante el trabajo conjunto y el entrelazamiento de ideas.

 

Así, vamos forjando nuestra obra comunitaria, en cada pensamiento y en cada mínimo acto de un viaje certero, que despega y aterriza siempre sobre las bases leales e irrevocables del juego en equipo y el voluntariado anónimo, para garantizar la seguridad de nuestro vuelo. Cada semana, cada martes de Yerba Buena, el convencimiento se acrecienta en un nuevo escenario, porque en la multiplicidad de los pequeños actos colectivos se agiganta nuestra utopía y se hace realidad.

Hay, en Tucumán, un mágico arte de sucesos de la vida, que siempre termina con un final feliz. Hay un espacio poderoso de Teatro en la Fundación Pro Vera Vita, que te espera todos los martes, desde las 19.