3 de la tarde, 43º en La Rioja.
Melisa vive con su bebé en el barrio Virgen Desatanudos, en una casa hecha con nylon y plásticos. Ni siquiera de noche puede soportar el calor. El pronóstico anuncia que la temperatura va a seguir aumentando en las próximas horas. Su bebé llora y ella tiene mucha sed. De nuevo, no hay agua.
En La Rioja, la #OlaDeCalor literalmente nos está sofocando. En el barrio Virgen Desatanudos, las horas pasan a secas: el agua se vive cortando y, cuando sale, lo hace caliente, con muy, muy poca presión. Nos vemos obligados a juntar agua en botellas o bidones grandes para hidratarnos.
No sólo nos falta agua: en el barrio hay más de 100 familias que viven en viviendas precarias. Nuestro barrio no tiene ni sombra, no tenemos dónde refugiarnos del sol.
¡Lo gritamos hace tanto que se nos secó la garganta! Esta falta de urbanización no se aguanta.