Rojo y negro, como la Lepra y los Sabaleros, fueron los colores que eligieron los chicos de Barracas para pintar la identidad que entre todos construyeron, en el marco de un equipo de fútbol callejero: Los Fantasmas de Barracas.
De la mano de sus promotoras, Mabel y Noelia, los rojinegros volvieron a mostrar su fútbol, junto a la solidaridad y el cooperativismo… Por eso, no sólo estrenaron la casaca con una victoria, en la anteúltima jornada de la temporada, sino que además se posicionaron segundos en la tabla de Menores, con un partido menos que el puntero, Tren Tren, a una fecha del final de la Liga de Fútbol por la Tolerancia 2006.