Las amenazas del clima una vez más se rindieron ante tanto poder popular. Las nubes y el frío cedieron y el sol se abrió paso para darle comienzo a una nueva jornada de la Liga Barrial de Fútbol Popular. La segunda del año, que tuvo a la ronda inicial dando la primera buena noticia del día: un nuevo barrio, Boulogne, y el regreso de San Telmo. Más equipos y más sueños, más anhelos, más manos y más cabezas se sumaban. Desde el principio las canchas de césped se notaban distintas. Claro, las habían pintado los pibes de las categoría más grande del mismo modo que pintan gambetas, goles y sueños, dando un ejemplo de compromiso y madurez que se complementó, en el primer partido, con una larga charla de mediación en la que todos exaltaron los puntos a tener en cuenta para mostrarle a los más chiquitos el camino a seguir.
Como por arte de magia, en un rincón del predio, muchas personitas diminutas de tamaño y gigantes de corazón, se convirtieron en grandes creadores de ilusiones. Miraron, escucharon, atendieron y aprendieron a realizar enormes trucos. El más impresionante fue el de transformar adversidades en oportunidad y diferencias en igualdad como principio para empezar a modificar la realidad. Sin ir más lejos, las historias de la vida se transcribieron en papel de historieta durante el taller de comunicación, derramando emoción y convicción en cada una de ellas. Mentes tan sanas que convertían relatos tristes en alegres cuentos, que llenaban globos vacíos con grandes contenidos de sueños escritos con la tinta indeleble de las ideas de cambio. Novelas mexicanas, casamientos extravagantes, risas y más risas se escapaban del espacio de recreación. Vestidos con pelucas, enteritos, anteojos y gorros, los pibes y pibas hacían representaciones de apenas una porcioncita de lo que imaginaban. Por supuesto, no faltaron las pelotas ni el fútbol tenis, y tampoco las carreras con imitaciones de animales.
Tras el momento del parate, con comida riquísima y postre bien helado para refrescar las ganas de seguir adelante con la jornada, los rayos del sol pegaban duro en las espaldas. Eso no impidió que los más chiquitos se refugiaran a la sombra de los árboles y empezaran a enlazar hilo con hilo y piedritas con mostacillas para darle vida a fabulosas pulseras, collares y trenzas de colores de identificación barrial. Al mismo tiempo, el taller de educación sexual exponía la participación de todos para aprender a cuidarse, a cuidar y a querernos. Con una pegatina de imágenes, relacionando palabras, el espacio se magnificó con el aporte que hacían los chicos y chicas ante las diferentes propuestas, preguntas y dudas que iban surgiendo.
Mientras todos jugaban, corrían, hablaban, compartían, la pelota rodaba en las canchas y los goles se hacían sentir en los rincones del predio. El sol empezó a dormirse a pesar de la incesante energía de los chicos. El viento comenzaba a soplar un poco más fuerte. Pero ni el incipiente frío ni la noche pudieron penetrar entre los brazos entrelazados de esa ronda final de ojos empapados de compromiso, de solidaridad y de ganas que cerró esta segunda jornada de construcción colectiva de la Liga Barrial de Fútbol Popular.