De cara al Paro Internacional de Mujeres, Lesbianas, Trans y Travestis, este 18 de Febrero comenzaremos los primeros cuatro días (y tres noches) de asamblea permanente y actividades culturales coordinadas entre diversas organizaciones de la ciudad en el marco del #AcampeFeminista. Nos plantamos ante el ejecutivo en la explanada de la Municipalidad de la Ciudad de Santa Fe.
El reclamo principal que llevamos es la Emergencia en Violencia de Género.
Queremos que nos reconozcan el trabajo que venimos llevando adelante hace tantos años, acompañando a vecinas violentadas, abusadas y violadas. En una segunda instancia planeamos llevar el mismo reclamo al Gobierno provincial.
Acampamos porque estamos hartas de que el Estado haga oídos sordos a nuestros reclamos.
Porque hemos agotado las instancias de diálogo y de movilización mientras seguimos viendo recortar el presupuesto por el lado de las mujeres.
Acampamos porque a las mujeres, lesbianas, trans y travestis se nos mata todos los días.
Porque después de la ardua jornada laboral, nos toca volver a trabajar todavía más, cuidando, atendiendo y administrando a nuestra familia y comunidad. Somos las que sostenemos la mitad de los hogares en el país. Paramos la olla en las épocas de crisis, y sostenemos con nuestros lomos los comedores y las copas de leche.
Porque entendemos fundamental que el abordaje de los temas que marcan la agenda pública sea con perspectiva de género.
Porque la Educación Sexual Integral es un derecho humano fundamental, y no vamos a dejar que el Estado desfinancie el programa para el que logramos media sanción en diputados el 14 de Junio de 2018, y luego fue detenido en las comisiones del senado hasta hoy.
Bien paradas de manos, las negras, las gordas, las inundadas, las originarias, las ninguneadas, las olvidadas, nos organizamos para derribar el patriarcado.
Exigimos la reglamentación de la ordenanza de Emergencia Social y Alimentaria y la declaración de la misma a nivel provincial. Queremos alternativas laborales dentro de la Economía Popular para todas las víctimas de la violencia machista y neoliberal con un financiamiento efectivo, con maquinarias y capacitación para la creación y sostenibilidad de espacios productivos en nuestras villas y un circuito de comercialización de los productos.
Es momento que nos reconozcan el trabajo que históricamente venimos haciendo; nuestro laburo acompañando a nuestras vecinas al que dedicamos jornadas completas sin que sea remunerado.
Estamos hartas de que usen nuestra fuerza de trabajo para pagar las crisis de los gobiernos neoliberales.
¡Ante un Estado indiferente, la resistencia es nuestro fuerte! Organización de mujeres, juntas y acompañadas para cambiar está realidad que nos quiere excluidas y calladas.
¡A nuestro grito villero lo vamos a hacer escuchar, todas juntas en la lucha popular!
¡A la violencia machista, #AcampeFeminista!
