* Por Luciano Peretto, abogado de la familia de Facundo Astudillo Castro.
La situación de la noche del sábado fue insólita por muchas cuestiones. Nos había llegado un video del basurero grabado por unos chicos; concurrí al lugar junto con ellos, quienes me facilitaron la grabación y me avisaron de la situación. Cuando llegué, vi que había un patrullero, un vehículo particular y varios efectivos de la Policía Bonaerense; tuve una discusión porque desde el primer momento yo sostuve la necesidad de separar a esa Fuerza de la investigación por ser sospechosa, además de que deben estar apartados por decisión del juzgado interviniente. También tuve un altercado con el subcomisario Pablo Reguilon, que fue el agente a cargo del operativo, porque me amenazó diciendo: “Vos quedate tranquilo que yo estoy guardando todos los links de las notas que das, porque cuando todo esto termine, sé cómo me la voy a cobrar con vos. Sé lo que debo hacer con vos”. En el momento obviamente no lo dejé pasar, no lo minimicé, pero para mí lo más importante era la preservación de la prueba y al día siguiente denuncié ante la Justicia Federal este hecho.
En este momento, la causa por la desaparición de Facundo está en plena instrucción, que es la etapa más importante, ya que es donde se recolectan las pruebas que luego permiten construir las hipótesis. El rastrillaje que se hizo fue una recolección de restos óseos muy recientes, que luego las autoridades de la Policía Federal de Pedro Luro y de Buratovich, en el basurero viejo, pudieron confirmar in situ que no eran humanos.
Entre las irregularidades que hubo, los efectivos presentes habían dado aviso a la Ayudantía Fiscal de Medanos, lo cual no debían hacer porque primero se debía llamar a la Fiscalía Federal. Para peor, cada vez llegaban más y más efectivos de la Bonaerense para realizar el operativo, ¡era una locura! Su argumento era que «no dejaron de ser policías, aunque estén apartados de la causa”. Y me decían: “Vos no me das órdenes a mí”. Tuve que contactarme con la Fiscalía Federal para que se retiraran y luego llegó la Federal. Nuestro mayor problema es que están a 120km y necesitamos que se presente la Federal en la zona de Villarino para que puedan asegurar la protección a los testigos, familia y abogados, en una posible escena del crimen que se relacione con la desaparición de Facundo.
Espero que esta semana podamos identificar a los dos últimos oficiales que tuvieron contacto con él, para poder avanzar procesalmente ante un pedido de prisión preventiva. Mientras tanto, seguimos reclamando que se esclarezcan los hechos, que se realicen todas las pericias necesarias, para determinar quién tuvo participación en el último encuentro con Facundo.